XIII

I

Tenemos un pasado desparejo,
de dudas y dolores;
con olor a miedo y sabor a ladrido de Sol;
por eso forjamos nuestro futuro a golpes,
a golpes de martillos de cristal.

Nuestro cristal es limpio;
limpio como tu boca y tu sonrisa sin límite,
reluciente;
reluciente como las vías del tren y el escaparate.
Por eso la seda choca contra mí
y sus fibras son violentas.

II

El alcohol es peligroso;
y su tinta es peor,
peor como el vacío y el alfabeto.

Me volví pirata, y la mar de tu cuerpo me engulle los ojos,
y mis córneas se ahogan de ti.

Sueño con hacerte el amor.

III

Nuestra cama es afrodisíaca.

Mi poema translúcido se esfuma en tu voz-torrente,
y soy, feliz, sombra de tu Luz;
Río de tu Mar.

Tus ojos;
joyas de ámbar y cobre;
miel y almendras;
vida y vida;
los necesito.

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