I


Sin un poema fijo;
como unas velas desgarradas.

Andando por el pasillo;
muerto pero vivo.

Me sumo en el trance de adorarte;
chamán de tu corazón.

Tú, Naturaleza de mi amor.

Te tatuaste en el centro de mi alma corrupta;
y ya eres cicatriz dulce de mis sentidos.

Igual que un precio por mi poesía.

Igual que un sacrificio mágico por mi poesía.

Albergas el color que necesito
para atreverme a navegar por el océano impoluto de la hoja en blanco sin que me repugne

Soy tu atardecer compulsivo,
como una decadencia imperecedera,
una felicidad sin cálculos;

Un beso sin tocarnos.

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